Reseña de "Introducción a los jeroglíficos mayas" con fotografías de Chichen Itzá
Por Ramsés Ancira
Introducción a los jeroglíficos mayas
Harry Ketunnen,
Christopher Helmke
Traducción al
español Verónica Amellali Vázquez López y Juan Ignacio Casés Martín
Wayeb 2010
Leo un fragmento de este texto al regreso
del Festival Internacional de la Cultura Maya y tras observar la exposición Mayas, el Lenguaje
de la Belleza en el Museo Cantón, algunas piezas en el Gran Museo de la Cultura
Maya y otras en la ornamentación de las pirámides y construcciones de Chichen
Itzá. En este último quedé sorprendido de lo que podría ser otra gran
aportación de la cultura maya, la ingeniería acústica ya que está demostrado que
el rey podía hablar desde lo alto de la pirámide y ser escuchado por miles de
personas en la plataforma.
Refuerza esta lectura la
polifunción de las palabras mayas, pues una palabra equivale a un número, y para
saber cuándo es una y cuando es otra, ayuda el “cartucho” es decir la envoltura
de la palabra.
En este sentido me
recuerda mucho que en hebreo, Aleph, Beth, Caf, Dalet, son a su vez a,b,c,d y
1,2,3,4, pero también sirven para referirse al cuerpo humano, con detalles tan
específicos como el número que corresponde a la fosa nasal derecha o la fosa nasal izquierda.
Destaca el texto que
después de complicarse la vida, los traductores de estas piezas se dieron
cuenta que tenían las mejores herramientas a la mano, pues hay varias lenguas
mayas en uso, que nos dan pistas para poder conocer el significado de las
figuras, o su equivalente fonético.
También hay complicaciones
con la grafía, pues dos elementos separados, se leen mejor que integrados; pero también
se explica si vemos que en inglés, un apóstrofe contrae dos palabras como He´s
en lugar de He is. En hebreo ocurre algo parecido pues se escriben generalmente
solo las consonantes y las vocales se aplican mentalmente para comprender la lectura, como en este ejemplo lctr. Sin embargo solo el contexto puede permitirnos entender si quisimos decir lectura, lectora, lector o elector.
Los sinónimos, que en el
texto se explican con palabras como los distintos significados de solar, que lo
mismo se aplica en castellano a un predio, que a lo relativo al sol, representan otra
complicación, pues si fonéticamente el maya CHAN se
interpreta como serpiente, cuatro y cielo, su representación gráfica es
bastante diferenciada.
Me quedan muchas dudas,
por ejemplo que en Chichen Itza está un Zompantli figurado. A diferencia de los
aztecas, no se tomaban la molestia de llevarse las cabezas decapitadas de sus
enemigos, sino que las modelaron en relieve.
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¿Águila devorando a una serpiente ¡En Yucatán!? |
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¿A quién le estará entregando esta serpiente emplumada un corazón?. Una pista que nos dan los autores es que se leen las columnas en pares, de izquierda a derecha y de arriba abajo |
¿Será que los mayas eran más inteligentes y no iban a andarse tomando la molestia de andar cargando cabezas cortadas que con el intenso calor se descompondrían fácilmente?
Como sea, este trabajo de Ketunnen y Helmke me parece esencial para algún día intentar descifrar imágenes sorprendentes que están a la vista de todos como las de un águila y una serpiente, o un águila que muestra un corazón en en lo alto y de las que no hay explicación a primera vista en Chichen Itzá
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